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De Caquena a Visviri (Sector Oriental del Altiplano Norte). Continuando el viaje desde Caquena al norte, por un buen camino asfaltado, se llega finalmente a Visviri (Lat. 17°35'S, Long. 69°29'O), el poblado más septentrional de Chile muy cerca de la frontera peruana y al lado de su vecino, el poblado de Charaña en Bolivia (mapa), tras un trayecto de unos 70km pasando al lado de pequeños poblados. Si no hay apuro, en vez de devolverse a la ruta A-123 que es la que lleva directamente a Visviri desde Parinacota es preferible seguir al norte por la ruta A-119 la cual, al bordear al río Caquena, pasa al lado de hermosos bofedales con más llamas y alpacas que las que visto en otras partes. Tras unos 21 benignos kilómetros, termina en Nasahuento, donde se une con la ruta A-123. Unos 7-8km antes de eso, el río marca la frontera con Bolivia y la ruta llega a distar de ella sólo unos 230 metros. 
 
Por donde sea, el trayecto de Caquena a Visviri es hermoso, por muy decepcionante que sea el destino final. Se atraviesa pampas de vegetación tipo tolar 
 
Vegetación “tolar”: tola y paja brava (Festuca orthophylla).
 
y bofedales alternados con cerros adornados por queñuales (bosques de queñuas), 
 
Bosquecillo de queñua o quewiña de otro lugar (del quechua ”qiwiña”, Polylepis sp.). Lo que parece una piedra verde es una yareta (Azorella compacta).
 
cuyas ramas tienen grandes escamas de consistencia sedosa y formas caprichosas muy apreciadas por los artesanos para hacer figuras de madera. 
 
Detalle de tronco de queñua o quewiña (del quechua ”qiwiña”, Polylepis tarapacana en este caso). Es el árbol que más altura soporta en el planeta. Llega hasta los 5.200msnm en el Parque Nacional Sajama de Bolivia.
 
Bofedal. Al fondo, el volcán Tacora.
 
Chujlluta (Lat. 17°54’S, Long. 69°21'O, 4.240msnm) es el primer villorrio que encontraremos al norte de Caquena, un poblado pequeño habitado el año 2009 por menos de una docena de familias pero conectado con el resto del mundo, con una pequeña iglesia mal mantenida, con burdas pinturas murales y un primitivo altar donde hay estatuillas de algunos santos, entre ellos creo que San Martín de Tours. 
 
Antena satelital de Chujlluta y la infaltable placa solar para alimentarla.
 
Capilla de Chujlluta.
 
Interior de la capilla católica de Chujlluta. Actualmente  las sectas religiosas de rígidos principios han convertido a un gran porcentaje de los habitantes del altiplano.
 
Pucara (Lat. 17ª49’S, Long. 69ª19’O, 4200msnm) es aun más pequeño, sólo una media docena de casitas, seguramente varias de ellas sin moradores y está a sólo poco más de 1km de la frontera con Bolivia. Hay en su vecindario remanentes arquelógicos que espero visitar algún día. Una tarea inconclusa más, dada la interminable inmensidad de sitios intresantes de mi Patria Chica. Ni aunque me jubile podría llegar a conocerla entera... 
 
Guacollo (Lat. 17ª45’S, Long. 69ª20’O, 4.150msnm) tiene más habitantes que Caquena y Chujlluta y una estructura más moderna que desentona con el paisaje andino, aunque conserva una iglesia típica, del siglo XVII. 
 
Guacollo, Guacoyo, Huacollo o Huacoyo. La castellanización de los vocablos aymaras suele ser anárquica.
 
Iglesia de Guacollo. Llovía suavemente.
 
Siguiendo hicia el norte hay dos pequeños poblados antes de llegar a Visviri: Huallancallane y Humaquilca, sin mayor interés excepto el dramático deterioro del patrimonio arquitectónico del pasado, las iglesias católicas específicamente. Las predominantes sectas de corte fundamentalista que predominan en el ámbito andino actual de Chile construyen templos horribles discordantes con la tradición y descuidan y hasta han saqueado a los monumentos históricos que son las antiguas iglesias católicas. No me preocupan las creencias religiosas de nadie, soy un ateo tolerante, pero me rebelo ante la falta de respeto por nuestro pasado. Los andinos han sido fuertemente desvinculados de su ancestral identidad y eso nos afecta a todos y a ellos los perjudica pues sin darse cuenta  pierden el orgullo de pertenecer a una etnia de excepcionales peculiaridades que hoy pocos comprenden cabalmente y pasan a ser sólo pobres pastores o agricultores, en mayor o menor grado víctimas de un indigenismo confrontacional que nace derrotado y parias de un presente egoísta, individualista y etnocida, en vez de defender a su idiosincrasia, la que les aportaría una identidad respetable. Por cierto, la Iglesia Católica también ha generado graves deterioros en lo que respecta al ethos andido y ni hablar de la pobre gestión gubernamental. En cuanto a los remanentes arquitectónicos de nuestro pasado, para muestra, un botón: 
 
Capilla antigua altiplánica en deplorable estado ruinoso.
 
Visviri (Lat. 17°35'S, Long. 69°29'O, 4.070msnm) es decepcionante desde el punto de vista turístico, por mucho que allí se desarrolle una relativamente intensa actividad de intercambio comercial “hormiga” (de modestos comerciantes) con Bolivia y exista un modesto tránsito de camiones. A unos 15km más al norte está el Hito Tripartito que marca el extremo norte de Chile y el punto donde confluyen sus fronteras con Perú y Bolivia a la vez (Lat. 17º29’54”S, Long. 69º28’06”O según Google Earth). Cada cierto tiempo se realiza allí la Feria del Trifinio o Hito Tripartito con fronteras abiertas, pudiendo uno darse el gusto de pasear por Chile, Perú y Bolivia con unos pocos pasos. Más detalles acerca de Visviri (año 2014) se encuentran en el link del Trifinio. 
 
Un poco al suroeste de Visviri hay un pukara (poblado con estructuras defensivas, generalmente en un sitio elevado) del Período Intermedio Tardío y Período Tardío (incaico), que no he visitado. 
 
Tras más de un par de décadas, volví a visitar el lugar el verano del año 2009. Llegué a Visviri a media tarde, con lluvia, granizo y nieve en algunos sectores. Pensaba pernoctar allí y al día siguiente seguir el más precario camino que, rozando la frontera con Perú, lleva al Sector Occidental del Altiplano Norte que termina en el volcán Tacora, pero me informaron que no era posible por problemas con el cruce del río Lluta cerca de Humapalca (ver ese recorrido realizado en al año 2014). Después de visitar los oxidados remanentes del fenecido Ferrocarril de Arica a La Paz y los vacíos recintos ferroviarios, no encontré nada interesante que hacer allí, ni un lugar donde procurarse una comida caliente y tuve que regresar por el mismo camino que había recorrido. 
 
Remanentes del Ferrocarril de Arica a La Paz abandonados en Visviri (año 2009).
 
El Ferrocarril de Arica a La Paz  era un importante vínculo con Bolivia y su existencia una obligación para Chile en virtud del tratado de paz con Bolivia después de la Segunda Guerra del Pacífico de fines del siglo XIX, firmado en 1904. Las obras, que implicaban un titánico esfuerzo en un territorio geológicamente muy complejo y afectado por una endemia de malaria, un clima atroz y tramos con una altura mayor a los 4.200msnm, se iniciaron en 1906 y se terminaron en 1913. El costo financiero fue inmenso y muchos trabajadores perdieron la vida. Quince años después a Bolivia se le entregó la administración de los casi 210km del tramo que transita por su territorio. 
 
La actividad que generaba le daba vida financiera al Altiplano Norte y particularmente a Visviri, la última estación chilena, a la vez que envenenaba a nuestras tierras con un permanente aporte de tóxicos esparcidos por la irresponsable manera de transportar al puerto de Arica millones de toneladas de minerales bolivianos. Y Chile se hacía el leso, Arica no aquilataba el problema y a Bolivia le importaba un comino, hasta que se enfureció la Pachamama y a fines del verano del año 2001 hubo intensas lluvias en la cordillera y el altiplano y los ríos bajaron con tal furia que arrasaron con todos los puentes carreteros y los del ferrocarril del valle de Lluta, algo que muchos sabíamos que ocurriría a corto plazo pero parece que nunca fue seriamente tomado en cuenta por el Poder Centralista que caracteriza a Chile. 
 
Puente ferroviario del valle de Lluta destruido el año 2001.
 
A corto plazo empresas particulares reconstruyeron los puentes con un peculiar financiamiento estatal, algo así como “construyan nuevos puentes y después les pagamos, a años plazo” y los particulares cumplieron, 
 
Nuevo puente ferroviario en el valle de Lluta, a menos de un año del desastre fluvial.
 
pero... 
 
Los ferrocarriles en Chile son propiedad del Estado y han tenido un desastroso desempeño desde fines del siglo pasado, hasta el punto que casi no aportan nada en todo el territorio nacional, la empresa tuvo en épocas contemporáneas un horrible déficit y se le acusó de muy irregulares manejos de sus finanzas. Si eso ocurre en el Chile propiamente tal, no hay que ser adivino para predecir que en Arica, la pariente pobre del país, tardó muchísimo que se iniciara una gestión ¿eficiente? para revivir la actividad ferroviaria. Y así fue pues: hasta el año 2014 no se ha logrado revivir completamente al Ferrocarril de Arica a La Paz y desde el 2001 está prácticamente paralizado, causando una grave decadencia del Altiplano Norte. Carros y locomotoras están abandonados en todo este territorio y las más modernas guardadas bajo la responsabilidad de la Empresa Portuaria de Arica. Lo bueno de ese desastre fue que cesó la permanente contaminación y una de las pesadas tareas de la reactivación en la cual se empezó a trabajar en el año 2011 fue la remoción de inmensas cantidades de residuos tóxicos acumulados en el terminal Mastranza Chinchorro, decenio tras decenio y en plena zona urbana de Arica. La verdad es que Chile nunca custodió con eficiencia que el transporte de los minerales se realizara con los debidos resguardos para evitar la contaminación, la que ha afectado a toda la vía férrea. 
 
Restos del ferrocarril abandonados en Villa Industrial año 2009).
 
En la década de 1980 o antes conocí a Visviri y me gustaron los edificios de su estación y la intensa actividad que allí se desarrollaba. Hoy (2014), cuando no hay ferias, parece un cementerio 
 
La otrora activa estación de ferrocarril de Visviri, año 2009.
 
y las nuevas construcciones de corte moderno lo han privado del encanto de antaño. Mayores detalles de Visviri (última revisita, en el año 2014) en este link. Ojalá en el futuro me vea obligado a modificar mis actuales apreciaciones. Definitivamente, sin siquiera la posibilidad de continuar el viaje hacia el Sector Occidental (tramo descrito en este link, año 2014), le dije “adiós” a Visviri y advierto al lector que el esfuerzo de llegar hasta allá desde Nasahuento no aporta nada en términos turísticos, a menos que se interese por las modestas ferias y los cadáveres de carros de ferrocarril. 
 
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