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Altiplano, Generalidades 
 
Putre y Socoroma son los principales poblados de la Cordillera propiamente tal es decir, entre la Precordillera y el Altiplano. El altiplano ariqueño es apasionante más por sus paisajes y su vinculación geológica, étnica y comercial con Bolivia que por sus remanentes arqueológicos, los que se concentran en la Precordillera. El Tour Precordillerano que propongo en otra sección transcurre a lo largo de los pies de la Cordillera, a una altura de 2.500 a 3.500msnm y poco arriesga al visitante a la potencialmente peligrosa altura del Altiplano (4.100-4.500msnm), la cual debe enfrentarse con cautela pues puede provocar graves problemas de salud y hasta la muerte si no se le respeta. 
 
Desde un punto de vista práctico, el Altiplano puede dividirse en dos sectores: al Norte y al Sur de Putre y Parinacota. Putre (3.550msnm, (Lat. 18°11'34"S, Long. 69°33'28"O) está en los faldeos de la Cordillera, a una altura intermedia intermedia entre la Sierra de Huaylillas (Precordillera) y el Altiplano. 
 
Nota Técnica (Geodesia) 
 
1. Coordenadas. Las distancias y coordenadas que figuran en este relato no son exactas, están basadas en el Datum WGS84 y suelen omitir a los segundos a fin de no atiborrar la página con cifras y además porque algunas de las coordenadas se han obtenido de Google Earth y es un hecho que sus geo-referencias no son precisamente exactas. aun así, si quiere seguir nuestro viaje en un mapa, le sugiero que recurra a Google Earth y allí ubique las coordenadas que expongo en este libro. Es útil para comprender el territorio recorrido y además es entretenido, PERO ¡no sirve para navegar con precisión y no confíe en las geo-referencias que indica pues tienen un margen de error que puede ser crítico si recorre territorios vecinos a una frontera! No me dí cuenta de la importancia del error hasta que, sin quererlo ni saberlo, recorrí como 3km o más por territorio peruano buscando cómo llegar a las Termas de Aguas Calientes vecinas al volcán Tacora y creyendo que, como indicaba Google Earth, seguia en Chile. Lamentablemente algunas de las coordenadas que figuran en este e-book no provienen de mi  más confiable GPS sino de Google Earth y en consecuencia el lector debe considerarlas sólo como una información imprecisa, con hasta un par de kilómetros de error.  Una supuestamente más precisa información en cuanto a coordenadas puede obtenerse de un software similar, “NASA World Wind”, pero éste es definitivamene menos amistoso. 
 
2. Altura y Altitud. Los términos no son enteramente asimilables, particularmente en lo que respecta a la navegación aérea, pero en la práctica y para los efectos de este libro no los diferenciaremos y tomaremos como referencia cero al nivel del mar, lo que en sí mismo tiene ambigüedades. Igual cuesta mucho definir exactamente a qué “altura” está un pueblo determinado, pues depende de cómo se mide. No es lo mismo lo que figura en un mapa antiguo que lo que señala un sofisticado reloj de pulsera con altímetro ni un GPS cualquiera. En definitiva, no se preocupe de que, según su fuente de información, se ofrezcan valores un tanto diferentes para un lugar determinado. 
 
2a. El método más simple y el utilizado en la aeronáutica civil se basa en la presión atmosférica, la que idealmente desciende progresivamente a medida que ascendemos. Un altímetro no es más que un barómetro que traduce a altura en metros o lo que sea a la diferencia de presión atmosférica de su ubicación con la presión existente en la superficie de referencia . Pero ¿cuál es la “superficie de referencia”? 
 
a) Si ésta es la del terreno. Ejemplo: un paracaidista va saltar sobre Arica y debe abrir su paracaídas a no menos de 2.500 pies del suelo: pues ajusta su altímetro a 0 altitud lo más cerca posible de donde va a aterrizar antes de subir al avión y eso puede variar hora a hora dependendo de la cambiante presión barométrica en el lugar y luego, a medida que asciende, el altímetro le informa cuál es su distancia vertical del suelo y luego, cuando cae en caída libre, le informa visualmente cuánto le falta para ese límite. Esa es la altitud QFE. 
b) Si ésta es un valor convencional. Ejemplo: vamos a volar desde Arica a Iquique. Para no chocar con otro avión que viene en sentido contrario, debemos mantenernos a ciertos niveles de altitud, claramente definidos y separados por tramos de ésta para la ida y para la vuelta, sin que los cambios de presión atmosférica en el trayecto “perviertan” peligrosamente a nuestro nivel de vuelo. Así, todos los aviones en trayecto, provengan de donde provengan y en cualquier lugar del mundo, deben ajustar el altímetro a una presión barométrica estándard, independiente de la real, nunca cambiante: 29.92 pulgadas de mercurio /1013,25 milibares), aunque hayan despegado desde un lugar de baja presión atmosférica (ciclón barométrico) rumbo a otro de alta presión (anticiclón). Todos los aviones volarán a una altitud determinada por el mismo parámetro. Es la altitud QNE. Pero ese parámetro sólo sirve para el trayecto, fuera del “espacio aéreo” de cada aeropuerto y debe ajustarse a lo que sigue cuando se vuela cerca de ellos. 
c)  Si ésta es la más parecida al nivel del mar, ajustada por algunos parámetros. Aeronáutica, en todo el mundo, tiene definidos “espacios aéreos controlados” en la zona vecina a los aeropuertos y al entrar a uno de ellos nos informa la presión barométrica del momento en ese lugar ajustada al nivel promedio del mar y es obligatorio ajustar al altímetro a ese valor (volaremos a una “altitud de presión”), lo que estandarizará la altitud de todos los aviones en ese espacio. Esa es la altitud QNH. La diferencia con la QFE es que si la pista tiene una elevación de 200 pies y el altímetro ajustado a la QNH nos indica que volamos a 1.200 pies, estamos a sólo 1.000 pies por encima de ésta. Sirve para evitar colisiones de las aeronaves, pero no le indica a un paracaidista en caída libre cuántos segundos de vida le quedan antes de abrir su paracaídas a una distancia segura del suelo. 
 
El método parece complejo, pero es extremadamente eficiente y seguro para la navegación aérea. Pero no sirve para determinar la real altura de Putre versus la de Arica, o comparar la altura de un volcán con otro, por ejemplo. 
 
2b. GPS. Muy básicamente, determina alturas en base a cálculos trigonométricos con la información que recibe de la posición de varios satélites. Pero esos cálculos no son exactos pues la tierra no es perfectamente redonda y se pueden someter a manipulaciones que pueden ser muy complejas para tratar de ajustarlos a una teórica fórmula que pretende minimizar esa situación. Entiendo que los valores más exactos posibles comparados con todos los otros métodos (aun los no descritos en este resumen), se consiguen si se utiliza un GPS especial de precisión geodésica (de alto costo y delicada manipulación). Pero está absolutamente fuera del alcance del montañista. 
 
2c. Google Earth. Siendo tan complejo el tema, utiliza para zonas no habitadas (¿o utilizaba? pues supongo que a medida que mejore optimizará sus parámetros) un método que no entiendo, “interferometría radar” y otros mucho más precisos para las zonas urbanas. Pero el primero ciertamente tiene errores. 
 
Nota Médica: Mal de Altura, Puna o Soroche 
 
Es un paréntesis que no puedo omitir en mi calidad de médico. Me constan varias muertes de personas que imprudentemente ascendieron en pocas horas desde el nivel del mar a esa altura que impone severos esfuerzos a nuestro organismo, además que he tenido que atender a más de algún paciente afectado por un edema pulmonar agudo por no considerar los conceptos médicos del efecto de un ascenso tan brutal. Tal vez subir al lago Chungara y bajar el mismo día puede ser muy incómodo, pero no tan peligroso como pasar la primera noche a más altura que la de Putre y luego seguir ascendiendo al día o días siguientes. Esa noche genera una deuda de oxígeno considerable, la cual no se podrá pagar hasta que no se descienda. Lo de la deuda es porque, invariablemente y aunque no se perciba, el ritmo respiratorio se altera durante el sueño. Sólo la acetazolamida contribuye a minimizar eso en cierta medida. 
 
La aclimatación progresiva  es importante (idealmente no más de 1.000m de ascenso por día) aunque mi experiencia me indica que subir en un día hasta unos 3.000msnm no provoca grandes problemas. Pero a esa altura conviene descansar unas 24 o más horas antes de seguir, en Putre por ejemplo. 
 
En cuanto al mal de altura, no hay un claro esquema predeterminado de prevención medicamentosa. Lo tradicional es recomendar acetazolamida, la que es muy eficiente para evitar los síntomas menores del mal de altura y especialmente la alteración del ritmo respiratorio durante el sueño, el que inevitablemente ocurre cuando uno no está acostumbrado a la altura y produce un mal dormir. Se recomienda una dosis de 125-250mg la noche anterior al viaje y luego dos veces al día por un par de días más. Pero, aparte de sus inconvenientes (yo no puedo usarla porque me aparecen los síntomas de un ataque incipiente de gota), lo de evitar a los síntomas menores le permite al usuario ser más imprudente en cuanto al esfuerzo que realiza y a la rapidez con que asciende, lo que puede exponerlo al desastre de los efectos mayores (edema pulmonar o cerebral). Además, sería desastroso tener un ataque de podagra (la más frecuente expresión aguda de la gota) a pocos días del viaje y es un sulfonamido y por lo tanto los pacientes alérgicos a las sulfas no pueden usarlo sin correr un grave peligro. Pues la acetazolamida la guardo como arma para el tratamiento de un caso serio durante el descenso. La dexametasona en dosis de 4mg cada 6 horas también previene los síntomas menores, tal vez con más eficiencia y además produce cierto grado de euforia, pero no normaliza el ritmo respiratorio durante el sueño y también puede enmascarar los síntomas iniciales los cuales, por ser parcialmente incapacitantes, evitan aventurarse con esfuerzos excesivos que de pronto pueden causar un mal mayor. Además puede producir un brusco efecto de rebote si se le suspende antes del descenso y es un medicamento que puede provocar serios problemas a quienes tienen una úlcera gastroduodenal y si se lo va a usar, debe ser prescrito por un médico que conozca bien al paciente. En definitiva, no lo recomiendo más que para quienes son supceptibles a la puna y están obligados a ascender bruscamente, sin una previa evaluación médica. Importante: coman lo menos posible durante el viaje, beban todo lo que quieran y más aun (lo ideal sería ingerir más de cuatro litros diarios), prefieran una dieta rica en carbohidratos y no fumen. Si no fuera ilegal, consideraría masticar hojas de coca como lo hacen abiertamente los andinos. Alivia el cansancio, el sueño y ciertamente ayuda a prevenir los síntomas del mal de altura pero, aparte de su moderado efecto estimulante, claramente establecido que es un hábito y no una dependencia en el mundo andino, no conozco detalles de su efecto fisiológico en cuanto a la acomodación a las altitudes moderadas o extremas. Algo bueno debe tener, pues tiene un prestigio que se ha mantenido por muchos siglos y no he encontrado informes que certifiquen científicamente que sea adictiva (me refiero sólo al masticar hojas de coca). Y me pregunto cuántas muertes se habrían evitado si los conductores de vehículos pudieran acceder a ella para no ser víctimas del sueño que suele atraparlos al volver a Arica después de algunas horas en el altiplano. 
 
Debemos analizar varios aspectos en relación a la puna:  
 
1. El "sentirse apunado" suele no ser dañino para personas jóvenes y sanas si no se prolonga por días. Masticar hojas de coca con una pizca de bicarbonato hasta hacer un bolo del tamaño de una nuez y mantenerlo en la mejilla lo más que se pueda (sin "comérselo" para que haga su efecto, aunque no hace mal tragárselo) sería prudente si pudiéramos recomendarlo, pero es ilegal hasta tocar a  una de esas hojas, por mucho que más de un Presidente de la República de Chile las ha tenido en su mano, así como otros dignatarios como un Papa, algún miembro de la realeza europea y un largo etcétera. Más acerca de la coca en este link. Ojalá pudiera recomendarse (reitero que legalmente no puedo hacerlo) porque es particularmente prudente para el conductor pues puede que de pronto lo afecte un sueño invencible y aunque uno luche contra eso los párpados se cierran solos e inexorablemente por algunas fracciones de segundos, suficientes para un desastre. NO produce adicción. Además es bueno contar con oxígeno (hay envases desechables que evitan el costo y el aparataje de un cilindro), para uso intermitente si alguien se angustia y asusta, o permanente si se enferma de verdad. Es además, un excelente placebo. Los locales suelen aconsejar una infusión de  chachacoma (chachakuma, Senecio nutans), un arbusto que crece entre los 3.500 y 5.000msnm y cuyas hojas se utilizan para hacer una infusión que combate el mal de altura. Farmacológicamente hablando, algunos de los compuestos aromáticos que contiene tienen un efecto hipotensor, bloqueando a los receptores beta-adrenérgicos. Pienso que, mientras no se conozca mejor su farmacología, convendría evitarla en pacientes hipertensos en tratamiento o en aquellos que hayan utilizado nifedipino (Adalat), a fin de evitar una posible interacción medicamentosa. 
2. Cefalea. Es común sentir un molesto dolor de cabeza después de algunas horas de permanencia en altitudes de 3.000msnm o más. Se debe a trastornos en cierta lejana medida similares a la jaqueca o migraña. Aunque la información disponible puede ser controvertida, me consta que el tartrato de ergotamina  puede ser un tratamiento muy eficaz y tal vez sirva también para prevenirla. He incorporado al Migratam al botiquin que llevo a mis viajes al altiplano. Contiene además un analgésico (dipirona) y cafeína. Una advertencia importante: hay otros preparados con ergotamina que contienen un antihistamínico (clorfenamina) y no los aconsejo pues pueden potenciar la somnolencia que suele presentarse en la montaña. La cafeína, en cambio, es teóricamente beneficiosa. Si la cefalea persiste o se empeora en el transcurso de la segunda noche, conviene descender pues puede ser una advertencia de edema cerebral. 
3. Edema pulmonar. Debe sospecharse en quien siente dificultades para respirar durante el reposo, se siente muy débil y tose un líquido acuoso o espumoso. Si el problema progresa, aparece obnubilación y/o comportamientos inusitados. No hay mejor remedio que el descenso inmediato si es posible pues puede provocar la muerte a corto plazo y pueden bastar 500 a 1.000m para abortar un caso incipiente. Bajar, eso es lo único que recomiendo a un no-médico si hay problemas. Pero, si bien la información no es categórica, a los adultos que no suben con frecuencia a esas alturas, les recomiendo un medicamento que evita la hipertensión pulmonar consecuente: nifedipino. Como tratamiento del edema pulmonar se usan dosis tres veces mayores, pero como preventivo me parece que no es mala idea ingerir 20mg diarios de una preparación de liberación retardada: Adalat Oros 20. Para aquellos que saben que se van a apunar, la dosis debe repetirse cada 8 horas. No hace daño, pero recomiendo iniciar el tratamiento 2-3 días antes pues puede producir un poco de dolor de cabeza a veces y también un poco de edema de las pantorrillas y tal vez cierta congestión de las encías, poro todo eso es transitorio, no dañino y sólo un  reducido precio para pagar por un más concreto bienestar. No tengo experiencia con niños. 
4. Edema cerebral. Suele no aparecer precozmente, sino después de algunos días. La gran solución es BAJAR, bajar, bajar con oxígeno permanente. Es difícil describir todos sus síntomas, pero debe considerarse si alguien se comporta en forma extraña, muestra signos de incoordinación motora (eso puede evaluarse haciéndolo caminar en línea recta a pasitos cortos de manera que el talón del pie que avanza toque la punta del pie que queda atrás), si tiene problemas de memoria o se duerme profundamente y cuesta despertarlo. Y conviene incorporar dexametasona al botiquin, en comprimidos de 4mg (Cortik) por la eventualidad de no poder descender de inmediato (porque es de noche, porque el vehículo no funciona o lo que sea). Si no es posible un descenso inmediato con oxígeno, la dexametasona en una dosis inicial de 8mg por vía oral y luego 4mg c/6 horas puede ser indispensable para evitar males mayores. Mejor sería inyectarla, pero eso ya es más difícil para las personas no adiestradas. 
5. Insomnio. La hipoxia provoca sueño durante el día e insomnio durante la noche, el que afecta importantemente la capacidad física al día siguiente. Personalmente siempre uso el Adalat al despertar y al acostarme en la noche media tableta de midazolam de 7,5mg (Dormonid) o Zoplicona, inductores del sueño de corto efecto. Si me desvelo a las 3 A.M., me tomo la otra mitad y al amanecer despierto sin efectos residuales y bien descansado. A mí me sirve, pero un hipnótico puede tener teóricos inconvenientes en la altura por generar un mayor desarreglo del ritmo respiratorio durante el sueño. Teóricamente, es posible que una dosis de 125mg de acetazolamida sea la manera más eficiente para conseguir un sueño más fisiológico. Si bien subo con frecuencia y hago harto deporte en forma habitual, pese a mis siete décadas de vida suelo ser el menos afectado de la comitiva (¿Adalat mediante?) y subir cerros bajos casi a la par de los locales. El pitcho de coca es, creo, una garantía para el conductor cuando, como casi siempre ocurre, todos se quedan dormidos en ciertos tramos. Pero siendo ilegal, aunque localmente nadie se preocupa por ni fiscaliza eso, lo reemplazo por un paquetito de galletas a mi alcance, para mantenerme entretenido. Aun siendo técnicamente ilegales, las hojas de coca se ofrecen sin tapujos en lugares donde se venden informalmente souvenirs a lo largo de la Carretera Internacional y en algunos hoteles y albergues de nuestra cordillera y en virtud de una inusual tolerancia de la rígida y a menudo irracional gestión gubernamental chilena, nadie se escandaliza por eso. Ver más acerca de la cocaína en general y del consumo de hojas de coca
6. Enfermedades preexistentes. Algunos consejos para quienes tienen enfermedades crónicas. Hipertensión arterial: si está controlada con los medicamentos apropiados, no implica un riesgo importante. Pero los pacientes tratados con enalaprila pueden sentirse más afectados porque ésta suele producir sensaciones de falta de aire ante mínimos o medianos esfuerzos en un alto porcentaje de los pacientes. El consejo es prepararse con un par de semanas de anticipación, bajo supervisión médica, cambiando el tratamiento por nifedipino. Insuficiencia coronaria: si no se realizan grandes esfuerzos y se asciende con prudencia, no más de 1.000m al día, pueden aparecer síntomas de angina pero no hay un riesgo concreto de muerte. Arritmias cardíacas: conviene hacerse evaluar por un cardiólogo, pues suelen exacerbarse por la hipoxemia. Insuficiencia respiratoria: paradójicamente, los estudios han demostrado que mientras los pacientes no sientan un deterioro de la función ventilatoria, no corren gran riesgo, aunque sí presentan más intensos o más precoces síntomas. Asma: contra todo lo que pudiera suponerse, la altura no les es dañina y hasta pueden sentirse mejor, pero por cierto deben mantener su tratamiento o llevar los medicamentos si sólo los utilizan esporádicamente. Insuficiencia cardíaca: es preferible evitar los ascensos
 
Mesa preparada para el desayuno en un hotel cordillerano. Las hojas de coca se ofrecen para preparar una tizana pero nadie impide mascarlas si alguien lo desea y nunca hay problemas si alguien se reporta en uno de los controles policiales con un bolo de hojas de coca en la mejilla.
 
 
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