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Chilpe (Valle de Azapa)
Chilpe y los petroglifos del
Cerro Chuño tienen el triste privilegio de ser los sitios con los petroglifos más dañados por las irrespetuosas creencias religiosas (y políticas en el caso del Cerro Chuño) de la burda cultura
chilensis. El pecado del Cerro Chuño es que está en los bordes mismos de la Arica urbana. ¿Y el de Chilpe?: está en el valle de Azapa en el trayecto de la ruta al Santuario de la Virgen de Las Peñas, anualmente recorrida por miles de chilenos y peruanos que parece que creen que la única expresión mística que vale es la católica y al diablo con la de nuestros ancestros, quienes nos legaron en las piedras representaciones gráficas de sus creencias de mucho más valor que las burdas frases de proselitismo político o religioso de los contemporáneos. Ese es el gran “pecado”, en lo que a nuestro pasado reciente se refiere, de las organizaciones cristianas. Si exigen respeto de los creyentes de otras versiones religiosas, debieron haber asegurado la conservación de la no menos válida religiosidad de quienes fueron los dueños de este territorio. Hasta donde sé, nunca se preocuparon al respecto y estoy dispuesto a pedir disculpas si me demuestran lo contrario. Quiero creer que, cada vez que la veo, la Virgen de Las Peñas me pide que haga algo por conseguir que respeten a su entorno, no dañando a las expresiones místicas alternativas que ella respeta ni llenando con toneladas de basura al trayecto del peregrinaje. No me lo ha dicho, pero creo que piensa que los responsables de su culto ni siquiera se interesan por o reconocen el vandalismo.
Y no son sólo los creyentes los que le faltan el respeto. Basta ver cómo quedó la base de operaciones de la Defensa Civil después de la peregrinación principal del 2008 (cuyo valioso aporte presencié y reconozco sin lugar a dudas) para entender que en Chile no se respeta nada en términos ecológicos: guantes de látex, jeringas, envoltorios de todos los tipos, envases plásticos y cualquier tipo de basura imaginable quedaron escandalosamente esparcidos al costado de una especie de
apacheta con cruces y testimonios de cariño a algunos que ya no moran en este mundo.
Pero el daño patrimonial no se limita a lo expuesto. Desde que el público tuvo acceso a sitios como los petroglifos de Rosario en el valle de Lluta y
Ofragía cerca de
Codpa, aparecieron estúpidos grabados “adornando” a los ancestrales
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Panel de petroglifos de Ofragía enteramente dañado por los visitantes.
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y hasta técnicos de agencias estatales dañaron irreversiblemente a uno de los más peculiares paneles de Ofragía, impunemente hasta donde sé.
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Panel de petroglifos de Ofragía irreversiblemente dañado por agromensores en misión estatal.
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El año 2003 el Consejo Asesor de Monumentos Nacionales de Arica-Parinacota me otorgó el Premio “Conservación del Patrimonio Cultural”. ¡Gracias! pero ¿de qué sirvió? Informalmente (es mi estilo) traté de honrar a esa distinción, pero nada. Mejor ni me acuerdo...
Chilpe es un asentamiento prehispánico del
Período Intermedio Tardío previo a la hegemonía incaica. Está ubicado en una pequeña pampa del valle de Azapa en Lat.18º35'S Long. 69º48'44”O, justo en el trayecto del sendero que lleva al Santuario de la Virgen de Las Peñas. Esparcidos por todo el lugar, hay numerosos petroglifos.
Fue un asentamiento de tamaño modesto, con algunas decenas de recintos habitacionales y otros de mayor tamaño que deben haber servido como
colcas (silos), un perturbado cementerio de cistas funerarias formadas por acúmulos de piedras cerca de la pared norte del valle y varios petroglifos en medio de o en la periferia del asentamiento. A sólo 2km de marcha desde el Paradero Vehicular, allí se concentran durante el peregrinaje a Las Peñas comerciantes que ofrecen frutas y bebidas a los peregrinos que empiezan a sentir el esfuerzo de la caminata.
Al pasar, casi nadie se da cuenta que está transitando por un sitio de importancia arqueológica pues no hay ninguna señalización visible de Monumentos Nacionales, ninguna organización que identifique y menos describa el lugar a los peregrinos y los petroglifos adyacentes al sendero están gravemente perturbados u ocultos tras la basura o cuelgas de ropa de los comerciantes autorizados a depredar al lugar por la Municipalidad..
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Dos ejemplos (y hay más). En la segunda foto sólo se conservan unas pocas figuras.
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En el borde del sendero hay una piedra ”
tacitas“:
Otros petroglifos están a pocos metros del sendero, algunos años ocultos por los “puestos” que venden refrigerios y que dejan detrás de ellos una inmensa cantidad de basura.
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Uno de los principales paneles de Chilpe. Por suerte los petroglifos no se ven desde el sendero.
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Otros, afortunadamente, están algunas decenas de metros más al Norte y al Sur y nadie los conoce. Los fieles pasan por allí sin tener la menor idea de que transitan por un lugar que antaño era místicamente importante. La meta de ellos es la Virgen y lo no católico importa cero, qué importa si se destruye y eso, a Ella, la enfurece según creo.
No seguiré reclamando y nada consigo explicando la importancia del asentamiento pues a nadie le interesa. Me limitaré por ahora a expresar mi desconsuelo con la improbable esperanza de que alguien nos ayude a proteger a nuestro patrimonio prehispánico, respetarlo y restaurarlo. Reconozco que he perdido mi objetividad, pero es que cada vez que paso por Chilpe me indigno...
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Grabando ensayos preliminares en uno de los recintos de Chilpe una escena para el largometraje "Arusabon" (léalo al revés y entenderá porqué se le puso ese nombre), centrado en el tema de la basura que dejan y el daño que causan los peregrinos.
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