En el transcurso del año 2011 presenté en mi website y diversas otras instancias, sólidas evidencias de que las “bajadas” del río San José eran indispensables para la sustentabilidad de la playa Chinchorro-Las Machas y que por falta de los aportes sedimentarios del río la playa se estaba enfermando y me alegré de que el río hubiera llegado hasta el mar por un mes durante ese verano, once años después de la intensa “bajada” del 2001. Mi intención era hacer público que el proyectado embalse de Livílcar no le convenía a nadie e iba a ser dañino para Arica y todos sus estamentos y fuentes de ingresos vía turismo.Pero, si bien éste iba a ser un golpe fatal para la playa, aun sin él la playa estaba muy enferma y ya les demostraré cuán grave estaba.
¿Enferma de qué?: de la pereza del río San José (su modesto entusiasmo del 2011 no fue suficiente para resolver nada) y principalmente de lo que sea que recientemente ha acelerado el proceso de deterioro de la playa (¿cambio climático global?), generando mareas más agresivas y mayores y más frecuentes marejadas. No-tan-complejos pero poco-comprensibles-para-el-lector-común procesos morfodinámicos de playas de arena, retiran arena del sector centro-sur de la playa y la trasladan al norte. Menos comprensible aun es un informe técnico encargado por el Gobierno, con severos errores y omisiones que se presentó con anterioridad a las autoridades como evidencia de la inocuidad del embalse de Livilcar. Tras una confusa elucubración meramente teórica de esas corrientes, éste concluye que la playa Chinchorro “está y seguiría equilibrada” en términos de la dinámica de su evolución vital.
Pues hay que enfatizar que antes de generar cualquier gestión antrópica se deben tener datos consistentes del comportamiento dinámico de la playa y eso requiere la urgente instalación de sistemas de monitoreo para conseguir una base de datos concretos que permitan formular un adecuado plan de protección costera: es que no basta con prohibír el embalse.
Cuando escribí mi alegato contra el embalse, ni siquiera sospechaba que igual la erosión de la playa iba a avanzar con rapidez, como está ocurriendo hoy como en el 80% de las playas del planeta. Pues en el año 2011 la Pachamama nos hizo una severa advertencia respecto a lo que nos iba a ocurrir si se construía el embalse, mostrándonos sólo el principio del final. Y ahora, a principios del 2014, incluyo el tema en este website porque cada vez aparecen más voces desde la comunidad oponiéndose al embalse con los mismos argumentos que hemos expuesto tantas veces, a la vez que la mayoría sigue reclamando que elembalse no se ha materializado sólo por desidia gubernamental. Pues creo que ha llegado la hora de intentar explicarle claramente a la comunidad lo que hay de verdad tras todo este asunto.
El tema comienza el año 2003, cuando se percibe un cierto deterioro de la playa, lo que inició una gestión de monitoreo de ésta.
NOTA.El punto de comparación que utilizo en este documento es la situación de la playa en durante el año 2011, cuande le empecé a insistir a la Pachamama que ya era hora de que activara con energía al San José y aunque me habla pero ella hace lo que se le ocurre, desde diciembre de 2011 hasta marzo de 2012 nos regaló una inusitadamente prolongada bajada del río, llenando a la playa con restos de vegetales y más dolorosamente, con la increíble cantidad de basura doméstica que los indolentes ariqueños botan al lecho seco. Pero a la par nos aportó los ansiados sedimentos que salvaron (por ahora) a nuestra playa estrella, sin la cual Arica no sería Arica. Y ahora les voy a demostrar las bondades no mugrientas del San José, tras sólo dos meses desde que descansara tras su rabieta. Ojalá que esta se repita por algunos años más, pero eso es sólo posible sin el engendro del emblase de Livilcar. E insisto, por beneficioso que sea el San José, hay un formidable enemigo de mayor fortaleza: la mayor agresividad del mar.
Los comentarios de los aportes del San José a la playa desde diciembre del 2011 hasta marzo del 2012 se identificarán con el color de este párrafo. Las fotos recientes fueron captadas el 8-IV-2012, con marea alta.
Para que no se aburran, un adelanto: frente al actual Hotel Diego de Almagro, la playa tenía 85 metros de arena en febrero del 2004.
FOTO 1.Ancho de la franja solanera frente al Hotel Diego de Almagro en mayo del 2011. En el año 2004 el borde del mar estaba donde está el asterisco rojo. Tengo claras evidencias de fotografías satelitales para legitimizar lo expuesto. Ese muelle ya no existe, por desgracia en lo que se refiere a hacer comparaciones gráficas.
Pues en diciembre del 2010 sólo le quedaban 45 metros y en mayo del 2011 y antes de la marejada de junio la situación era aun peor.
FOTO 2. El peligroso avance del borde del mar hacia el Hotel Diego de Almagro aun antes de la marejada de junio del 2011. Nótese que las olas llegaban hasta donde está el asterisco rojo. Pues allí amarrábamos a nuestros caballos cuando almorzábamos en el restaurante de poco más atrás y la próxima foto muestra cómo era allí la playa en el año 2007.
FOTO 3. Año 2007. Revise la fotografía anterior para comprender la que está viendo. ¡Qué tiempos aquellos!.
FOTO 4. Pues en abril del 2012 ese lugar se marca con un asterisco rojo. Se aprecia claramente que por lo menos hay tanta arena como en la foto anterior. Es cierto que la playa está sucia, pero eso es pasajero (y la arena, a mayor plazo también desaparecerá si no vuelve a bajar el San José).
Durante varioss años cabalgé muy frecuentemente y mañana, tarde y noche por la playa desde el Centro Ecuestre y hasta Gallinazos y viceversa y tras cada marejada disfrutaba haciendo que mis entusiastas caballos saltaran una y otra vez a los micro-acantilados de arena (evidencia de erosión que creía transitoria) que se formaban en dos sectores particularmente vulnerables a la erosión playera, pero munca vi nada parecido a lo que muestran las fotografías que capté a fines de junio del 2011: nunca ví ni supe que bajo una precaria capa de arena no había más que bolones de piedra generados por el muy remoto pasado de la formación del delta que es el litoral norte de Arica y consecuencia de los indescriptibles aluviones (muy anteriores a los Chinchorros) que moldearon a nuestra peculiaridad geológica. Y ni hablar de cómo eran esos sectores cuando a principios de la década de los ‘70 llenaba sacos de inagotables machas para interminables comilonas. Pues la Pachamama me mostó los balones a título de advertencia y lloré y me espanté al pensar en en el futuro de nuestra playa estrella.
En julio del 2011, la primera y atroz evidencia del inicio de la agonía de la playa se iniciaba a pocos metros al norte del “Pipo”, en el extremo costero de la Avda. Antártida:
FOTO 5. El inicio sur del drama costero. Sólo algunos meses antes no se veían bolones de piedra en ese sector.
y se extendía por 320 metros de norte a sur. Muestro algunas imágenes de cómo estaba la playa en ese sector, algo que nunca ví antes, desde hace más de 40 años.
FOTO 6. A unas pocas decenas de metros al norte del “Pipo”. “Playa” ya no hay. A la derecha de la foto se ven unos” microacantilados”, señal de que las mareas seguirán robando más arena aún...
FOTO 7. Más o menos lo mismo visto desde el norte.
Pues ya cuando la Pachamama dio por terminada su advertencia, en mayo del 2012 la extensión de los bolones se había reducido en aproximadamente un 70% de norte a sur y otro tanto de este a oeste. O sea, por lo muy menos se habían reducido un 70% los bolones expuestos y para ocultarlos necesitábamos que el San José se decidiera a seguir bajando por años...
FOTO 8. Los bolones que aun persistían en mayo de 2012. Con un poco más de entusiasmo del San José desaparecerán.
FOTO 9. Sólo cuatro años antes nos fotografiamos en el mismo lugar y ni sospechábamos la existencia de los bolones bajo la capa de suave y pareja arena.
FOTO 10. La inesperada morfología del borde de playa en ese sector en agosto 2011. Y el proceso estaba sólo recién comenzando...
FOTO 11. Los humanos son esencialmente adaptables y para demostrarlo, “el nuevo estilo” de romance playero...
Pues a fines de mayo de 2012 ya no existían esos “tremendos” microacantilados ni había bolones a la vista. A la parejita esa de la foto 11 no le quedaría más que sentarse en la arena con las piernas cruzadas o estiradas y ya no colgando. Eso queda claro en la próxima foto.
FOTO 12. Adiós microacantilados, hasta la próxima flojera del San José o volverán para siempre y siempre más y más grandes si construyen el embalse de Livilcar. Pero lo que muestra la foto es pan para hoy y hambre para mañana: el enemigo más potente, el cambio climático global, supera ya a la capacidad defensiva del San José a menos que éste se active harto más que lo históricamente habirual .
Y bueno, mostré sólo el comienzo de la agonía. En agosto del 2011 el centro-norte de Chile fue afectado por una fuerte marejada, la que en Arica fue de menor magnitud que más al sur pero dañó muy gravemente a nuestra playa, robándose aun más arena. ¡Es inmensa la cantidad de arena que se ha perdido durante el 2011! y aun nos faltaban las marejadas que se esperaban para septiembre. Llegué a pensar que ni una inmensa bajada del San José podría ya reponerla. Se podría plantear la posibilidad de aportarle la arena que se dragaría del puerto, pero ésta ¡está muy contaminada por plomo y quién sabe qué más!.
FOTO 13. En agosto del 2011 la marejada ya empezaba a destruir a una instalación playera y no tardó en obligar a sus dueños a hacerla desaparecer.
FOTO 14. El mar casi llegó a los juegos infantiles antes de diciembre de 2011.
Pero gracias a los regalos del San José que se inició en diciembre de 2011, el borde del mar se retiró lejos.
FOTO 15. Con tanta solanera, ya una marejada no podía inundar a los juegos infantiles como lo hizo al inicicio del 2012. Pero el futuro es impredecible porque el mundo está cambiando y se nota...
FOTO 16.Y al comienzo del último trimestre de 2011 se percibía una terrible amenaza para los edificios del sector. Nótese los micro-acantilados. No había más remedio que rogarle a la Pachamama que nos perdonara y activara al río San José.
FOTO 17. Pues el San José se enojó enhorabuena y ordenó al mar que renunciara a sus ambiciones territoriales. El Hotel Diego de Almagro y los edificios vecinos le deben a la Pachamama un generoso agradecimiento. Se salvaron por poco, tal vez un par de años o menos...
Pues bien, todas las buenas noticias que se escribieron en este color se deben al, para los ariqueños, “desastre” del huayco del San José, al cual yo bendigo. Tengo muchas otras pruebas que podría exponer pero ya pasan a un estrato técnico apropiado para las autoridades y las omito para tratar de demostrar en forma simple a la comunidad que el San José es intocable y embalsarlo en Livilcar tendría un tremendo costo (tremendísimo en relación a sus beneficios en cuanto a la gestión de riego), sería muy ineficiente por su ridícula relación costo/aporte de agua, carísimo o imposible de mantener a consecuencias de la inmensa cantidad de sedimentos que contiene y muy pronto se enbancaría peor que lo que sucedió con el tristemente ignorado y absurdamene manejado Caritaya) y suma y sigue (lean lo del Caritaya en https://www.aricaacaballo.com/arica_territorio_andino/arica_territorio_000233.htm)
La “agresión” del San José durante el invierno altiplánico del 2012 trajo harta basura a la playa Chinchorro-las Machas y contaminación por coliformes (tema aparte por consideraciones técnicas del supuesto daño producido por la remoción del muelle, la no-mantención del emisario que lleva al mar a nuestras fecas, turbias situaciones que impiden reciclar al aporte de nuestros alcantarillados y harto más que omito), pero hizo un consistente aporte de sedimentos para alimentar a la Playa Chinchorro-Las Machas y sanarlas de su agonía. El 2001 generó una tremenda barra sedimentaria que prologaba a la “Puntilla” del borde norte de la desembocadura del San José. Por muy diversas razones ésta fue visiblemente más modesta el 2012, pero consistente: aportó los sedimentos cuya carencia tenía casi muerta de hambre a nuestra playa.
FOTO 18. La puntilla generada por el descenso del San José. Foto del 6-IV-2001.
FOTO 19. La puntilla generada el 2012, ya desgastada tras varias semanas desde que el San José se quedó dormido y poco evidente por la pleamar, Se nota por la línea de olas que revientan. Nótese que lejos de su origen (flecha roja) hay muchachos caminando con medio cuerpo fuera del agua (si alguien no lo cree, le envío la foto original en alta resolución). De todas maneras, no fue tan espectacular como la del 2001.
FOTO 20. Nótese cuánto sedimento aporta al borde costero la degradación de la puntilla.
Pues elegí un momento de marea alta para demostrar con fotos cuánto sedimento aportó el San José en el verano del 2012 (las fotos habrían sido más espectaculares en marea baja). Tal es el aporte sedimentario (nulo sería si se construyera el embalse) que los surfistas se internan caminando cien o más metros hacia donde ya aparecen las olas y entre la extendida “puntilla” en la boca norte de la desembococadura del río y la playa, el fondo está a muy poca distancia de la superficie del mar, el agua es turbia por tantos sedimentos que tiene suspendidos y todos esos sedimentos serán llevados al norte para sanar a nuestra playa estella.
¡Bendita sea la gestión del San José desde diciembre de 2011 hasta marzo de 2012!. Pero antes de ese período fue muy flojo y la Playa Chinchorro-Las Machas le ruega que vuelva a reactivarse con energía por un par de años más por lo menos, mientras monitorizamos con implementos sofisticados la actual dinámica costera y conseguimos datos para resistirnos al mar que se hace más y más agresivo. Pero si eso no ocurre, si construyen el idiota embalse o si el San José se duerme por años y años:
Hay posibilidades de soluciones paliativas que han tenido buenos resultados en países más desarrollados y a un costo muy inferior al del absurdo “Parque Acuático”. Éstas, cuya implementación (insisto) requiere la instalación de un sistema moderno de monitoreo, se insinúan al final de la página https://www.aricaacaballo.com/arica_territorio_andino/arica_territorio_000233.htm. No todo está perdido, pero hay que convencer a los “expertos estatales” que abran los ojos y se pongan las pilas. Ya la Pachamama nos hizo pasar un tremendo susto, a título de advertencia. Pues no desatemos su furia, NO al embalse y un ruego a las autoridades para que no sigan perdiendo el tiempo.